domingo, 2 de diciembre de 2018

Casi un año

Puedo concluir en que  este 2018 ha sido el año más productivo de toda mi vida. Puede que sea una ilusión, que en realidad  me encuentre divagando una vez más y éste periodo de tiempo no sea más que una larga espera para volver a mi circulo vicioso, ¿Quién sabe? Ah, claro, yo lo sé.

Si se trata de una ilusión he de admitir, es bastante creíble, ¡Ha logrado que yo misma crea! Por mucho tiempo consideré que eso ya no recaía en mi persona.

Ha sido complejo, algo agotador, pero creo estar agarrándole el hilo poco a poco; repetir y mantenerme lo suficientemente ocupada haciendo cosas con tal de no tropezarme con mis carencias. Suena depresivo, ¡Andrea, no es tan así! ¡No todo es tan terrible! El mantenerme ocupada ha saciado mi búsqueda insaciable por crear, por representar y por vivir, ¡Me encanta! Siento que por fin el tiempo está de mi lado, y pareciera que por fin entendí que mi motivación no se trata de una bendición divina y predestinada, sino que recae en mi, ¡En mi! Si hubiera sabido de antes.

Así que grabo estas palabras para un futuro, ¡Es posible! Todo es posible en esta vida, no debería asustarme. Ya no lo hace, no más.

Creo que por fin he crecido un poco, ¡Qué felicidad!

Haz lo que amas, aprende de ello, nútrete y aprende a ver las cosas por lo que son, no por lo que quieres que sean; ese es el consejo que le dejaré a la futura Andrea.

Y a pesar de que todo ha marchado de maravilla, no puedo evitar sentirme ansiosa por el mañana, porque quizá no sea suficiente, porque quizá no soy demasiado.

¿Qué importa? Sólo debo cumplir las expectativas que yo tengo de mi misma, y si sigo por el camino que me he propuesto, sé que no estoy muy lejos de mi meta.

¡Paciencia, Andrea! Que en esta vida nunca dejas de aprender, y lo único que no puede arreglarse es la muerte. Cosa que no pienso hacer.



viernes, 11 de mayo de 2018

Vacío

Se me es difícil establecerme como una persona del todo madura, adulta y responsable. No tengo el ánimo de moverme y hacer, dentro de todo no veo una salida fácil y ha llegado a exasperarme.

Es extraño el reconocer cuando estoy deprimida, usualmente es alguien más diciéndomelo, reprochándome. Hoy ha sido distinto, por primera vez en mucho tiempo tenía la intención de hacer algo más, de valerme de aquello que amo y que creo algún día servirá al resto; Pero no pude ¡No pude! Dios que vergüenza, ¿Qué necesito para ser eficiente? ¿De verdad es solamente algo de cariño propio, de autoestima? Siento que realmente no lo puedo hacer bien, que la cagué de nuevo, y más importante que el resto...

Siento que el tiempo pasa y yo no progreso con él.

¡Qué rabia! Realmente lo intenté, dentro de lo posible lo intenté y aún no veo cambio, ¿Seré yo la impaciente? No lo sé, me abruma, realmente me gustaría tener un poco más de confianza.

¡Regalenme confianza!

Y entonces, cuando termino mis actividades las boto a la basura, porque no me convencen lo suficiente. "Tranquila Andrea, puedes empezar de nuevo" ¿Pero cuando? Han pasado años y muero por algo de resolución... Entonces tomo el lapiz, decidida a marcar un nuevo rumbo, y nada.

No puedo hacer nada, me tranco, cada día más inútil.

Entonces procedí a tirarme sobre la mesa, ¿Qué hago ahora? retumba en mi cabeza; y por muchas ideas que salgan, ninguna parece ser suficiente. Pongo música y me entumo, quizá debería escribir un poco de mi, de lo que siento...

He sido increíblemente feliz de no ser por mi desempeño, aquel que siempre logra deprimirme hasta la médula.

Pronto seré productiva, me lo prometo.

Pero por ahora, por ahora lloraré hasta descansar, hasta dar con el orden que ansío. Mañana será otro día.